Una sola rueda casi es suficiente

la bicicleta Anacleta

El principal componente de una bicicleta de tracción delantera es su rueda delantera, que sirve tanto para propulsar como para dirigir. Como accesorio muy recomendable, más que nada para que el ciclista no se caiga, este tipo de bicicletas lleva también una rueda trasera con su freno y todo; y ya de paso un cómodo asiento.

La tracción delantera de pedalier móvil (en la que el pedalier va unido a la rueda delantera y se mueve al girar el manillar) es posiblemente el tipo de bicicleta reclinada más fácil de construir. También es una de las más ligeras y pequeñas, pues la cadena no necesita ser más larga que la de una bici convencional y los platos no sobresalen por delante de la rueda delantera.

La mayor desventaja es fácil de imaginar: con la tracción delantera y la mayor parte del peso sobre la rueda trasera (y con alforjas mucho más) la bici pierde agarre en las subidas. Sobre asfalto no se nota tanto pero sobre arena a veces no queda sino bajarse y empujar…

Por lo demás, el encanto de la tracción delantera es que hay que aprender a montar en bicicleta de nuevo… Las razones son dos: la primera es que las piernas se mueven a uno y otro lado siguiendo al manillar; la segunda es que cada pedalada afecta a la dirección (como en un triciclo de niño) y los brazos deben contrarrestarlo.

En la página de internet Vivir en bicicleta están los detalles sobre la construcción de esta bicicleta reclinada y otras.

Texto escrito en 2008-09 para la sección «Bicis curiosas del mundo mundial» de Ciclopedia, el boletín de Pedalibre.