El Biciclown en Kenia, cerca de Etiopía

niño keniata

…a la salida la gente se reúne para ver al blanco, y ahí aprovecho y hago un poco de magia, malabares, y… esos son pequeños espectáculos, que para mí también son espectáculos porque detrás de mí queda una sonrisa y esa gente… por lo menos les he dado algo, no solamente ellos me han dado a mí algo, que es su hospitalidad, sino yo les he podido entregar un poco de mi risa.

Álvaro Neil, el Biciclown.

Esta entrevista tuvo lugar en el programa A día de hoy, en Punto Radio, el miércoles 14 de febrero de 2007 a las 5:45 de la mañana (hora peninsular española).

Esta transcripción la hago «en limpio», esto es, sin intentar reflejar aquellos rasgos del lenguaje oral que no son significativos para la lectura. Los puntos suspensivos entre corchetes indican que hay una o más palabras en ese punto que no son inteligibles en la grabación; y uso el apóstrofo en sustitución de letras o sílabas omitidas al hablar.

Transcripción

Jaume Segalés: Está en África, como ustedes sabrán. Álvaro Neil, qué tal, buenos días.

Álvaro Neil: Hola, buenos días desde las puertas del infierno.

Jaume Segalés: ¿Por qué?

Álvaro Neil: Porque acabo de cruzar el infierno. Diez días en una carretera infernal, dos desiertos, poca agua, nadie de gente y solo conversaciones con las piedras.

Jaume Segalés: Jopé, qué aburrido, ¿no?

Álvaro Neil: Bueno, no… era pedalear de sol a sol, tratar de buscar agua y tratar de salir cuanto antes pero… para hacer 460 kilómetros… pues me llevó diez días.

Jaume Segalés: O sea, vamos, una paliza tremenda, porque… eso tiene que ser un desgaste físico, ¿no?, de… de todo, porque, el sudor…, es 'ecir, cuando cruzas un desierto tienes que reponer agua; si no la encuentras tienes que acabar cansadísimo de pedalear, ¿no?, tienes que ir muy lento al final.

Álvaro Neil: Buscar agua y cargar con agua extra indica que la bici pesa más. Catorce litros de agua cada día tenía que conseguir para llevar, agua no siempre de buena calidad pero, bueno, gracias a un filtro podía beber ese agua que era de otra forma insalubre; y también comida, llevar la posible; la información, poca, para el camino. Y 45 grados todo el día, no importa que el sol pegue duro a las dos de la tarde, hay que pedalear porque hay que ir, como digo, avanzar, y para hacer 7 kilómetros hay que estar una hora encima del sillín, siendo traqueteado por las piedras, de izquierda, derecha, buscando el mejor camino, y perdiendo de alguna manera la libertad, porque yo no elegía el rumbo, sino que las piedras decidían por mí.

María Durán: Álvaro, en estas circunstancias, el desgaste físico evidentemente es notable, y se asume perfectamente, pero mental también tiene que ser grande. Cuando tú estás una hora pedaleando y ves que no avanzas, y encima solo, porque ¿ya no vas con Kuro, el japonés que te acompañaba?

Álvaro Neil: Sí, sí, sí, seguimos juntos y eso hace que sea más llevadero, pero mentalmente yo creo que en estas situaciones uno se… uno crece, así que, si consigues superarlas (y ya he tenido varias de estas) uno crece y, mentalmente, uno está dispuesto a aguantar lo que sea. Físicamente lo importante es no tener errores, no caer, no romper la bicicleta, lo cual no siempre depende de uno, no quedarte sin agua, amarrar bien las cosas a la bici para no perder por el camino botellas, como le ocurrió a Kuro, que iba dejando botellas por el camino tras de sí. Pero si tú eres cons… capaz de tener esos aciertos, el viaje, siendo penoso, por lo menos es satisfactorio y, como digo, ahora estoy pues a las puertas del infierno, mirando la frontera que mañana cruzaré para Etiopía.

Jaume Segalés: Con Kuro has compartido momentos duros… también en esos momentos uno suelta tacos. ¿Cómo es un taco en japonés… je, has oído alguno que digas esto suena mal, suena a 'mecachis'?

Álvaro Neil: No. Es curioso, porque él habla español, él empezó a viajar por Sudamérica y aprendió español, así que ni siquiera hablamos en inglés, habla en español. Lo que sí es curioso es que a lo largo del día, cuantas más horas llevamos pedaleando, su español es menos fluido…

Jaume Segalés: [Risas].

Álvaro Neil: …a veces se queda pensando, cierra los ojos y parece que se va a tirar un pedo, pero no, es que no encuentra la palabra para explicar lo que siente, y dice: mmm… no no, no lo puedo decir, no lo puedo decir y continúa. Pero es un tipo, como muchos japoneses, muy, muy educado, y un chaval joven de 24 años, que también tiene un deseo, es de llegar a Japón en bicicleta, porque su madre ya empieza a molestarse después de tres años fuera de casa.

Jaume Segalés: Fíjate, pues la tuya estaría encantada, ¿no?… Fíjate que estuvieras en casa ya.

Álvaro Neil: Sí, bueno, cuando volví de Sudamérica me dijo Bueno, ¿y ahora?; digo Bueno, ahora… voy a dar la vuelta al mundo; dice Hala, pues chao.

Jaume Segalés: Pues tú verás, chaval. ¿Tienes pasta?, No, Pues tira, ¿no?, te dijo, ¿o qué?

Álvaro Neil: Sí, ¿Necesitas algo?, y yo: No, na… [Risas].

Jaume Segalés: [Risas].

Álvaro Neil: […] bien…

Jaume Segalés: Me dices que ya cambias de país mañana, en principio.

Álvaro Neil: Sí, esta tarde cruzaré porque en Moyale, en la frontera de Kenia no hay internet, solo había en la «posta»… la oficina de correos, pero está estropeado. solo hay en el lado etíope, así que cruzaré; y también a cambiar moneda, no tengo birr, que es la moneda de Etiopía, necesito cambiar un poco y, bueno… Esta mañana me he levantado a las cinco de la mañana con tres mezquitas, cada cual haciendo alarde de a ver quién tenía la megafonía peor para llamar a la oración. Así que no se puede dormir mucho tampoco: a las cinco te levantan y a partir de ahí empieza el día; ya he lava'o la ropa, ya he desayuna'o… Y ahora, pues rumbo a internet para tratar de actualizar la web y dar noticias de… y colocar las fotos de cómo han sido esos diez días en el infierno.

Jaume Segalés: ¿Cuánta ropa llevas contigo?

Álvaro Neil: Bueno, llevo poca, de hecho la ropa de invierno ahora no la tengo, la volveré a… la tenía en Marruecos hace ya casi dos años, porque pasé por el Atlas marroquí en invierno, luego la envié para Asturias y ahora la volveré a conseguir en El Cairo para atravesar el.. Asia en invierno. Pero de momento llevo una ropa para pedalear y una ropa para vestir, prácticamente; y luego la ropa del payaso.

María Durán: ¿Qué es más duro, el frío o el calor, cuando vas en la bicicleta?

Álvaro Neil: Yo creo que el calor, porque el frío, pedaleando entras en calor. Pero la peor combinación es agua y viento; cuando estás mojado y el viento te da las ropas húmedas se te pegan al cuerpo y es terrible. Yo recuerdo en Marruecos que, bajando un puerto, que estaba nevado, estaba con niebla, la carretera de hielo, no tenía sensibilidad en los dedos y no podía frenar. Tuve que parar para conseguir calor en las manos para volver a tener fuerza para frenar la bicicleta, que con 80 kilos, en bajada y con hielo, es muy peligroso. Pero el calor es un desgaste tremendo que te anula las… la capacidad de pensar. En cuanto al calor no se puede hacer nada, ni siquiera… incluso sin moverte estás sudando; y con frío moviéndote por lo menos […] calor.

Jaume Segalés: En Etiopía qué vas, directo a la capital, o vas a la zona de la costa, ¿qué vas a hacer?

Álvaro Neil: No, sí, hacia la capital, solo hay una zona […] los cuarenta lagos, que es una de las partes más exóticas de África, al oeste de Etiopía, y que hay muchísimos pueblos, tribus de… pues esas tribus típicas de foto, ¿no?, pero poder verlas en persona es… aunque no saque fotos, porque esto, también hay que tener mucho respeto con la gente; y a veces sacas la foto y ya están pidiendo dinero, lo cual, hay que entender que yo haría lo mismo. Pero a veces las fotos me las llevo en la cabeza porque prefiero que no sacar la cámara y romper un momento mágico de ver a tribus diferentes hablando en un idioma que no entiendes nada y que parece que tú eres el que ha aterrizado en la luna esa tarde. Y pasando por ahí llegaré a Adís Abeba y a partir de ahí, pues tratar de hacer contactos para realizar el espectáculo con este padre español, Ángel Olarán, con el que estoy en conversaciones para organizar algo bonito en el lugar donde él está trabajando hace años.

Jaume Segalés: Dos desiertos cruzados, bueno, llevarás ya varios desiertos, eh… que me estaba acordando yo de las últimas predicciones que han hecho, a nivel internacional, la ONU, que España antes de acabar el siglo presente será un desierto. Así que tú ya te estás aclimatando.

Álvaro Neil: Sí, bueno, el desierto más árido, el del mundo, el de Atacama, lo crucé en el proyecto de Kilómetros de sonrisas, en Sudamérica. Y en aquel desierto tengo una anécdota que cuento el libro este que escribí, Kilómetros de sonrisas, que… je, que recordaba el otro día: En mitad del desierto me encontré un hombre vendiendo hela'os.

Jaume Segalés: [Risas].

Álvaro Neil: Y… y no me lo podía creer, porque estaba además vestido con la bata blanca, de heladero, de toda la vida, sentado en una nevera plástica en mitá', en mitá' del desierto, en la carretera. Y paré, pensé que era una alucinación, efecto del calor, de tres días pedaleando bajo el sol y, y digo ¿Pero qué haces aquí?, además pues, en Chile, hablando español, pues era más fácil la conversación, y No, estoy vendiendo hel'aos, Pero, ¿aquí? No puede ser, dice… se reía, decía, Sí, lo que hago es, cojo un autobús a tres horas de camino de aquí y me deja en este lugar, y después a la tarde cojo otro autobús que viene en otra dirección y me subo, y en ese autobús viene la gente muerta de calor, de sed, por la travesía del desierto, y ahí que vendo todos los hela'os.

Jaume Segalés: Fíjate…

Álvaro Neil: Y bueno, y le pregunté, ¿no?: ¿Y si ese día el autobús pincha y no viene?; dice, Pues tengo que pasar la noche aquí.

Jaume Segalés: Y comerse los hela'os, claro… o lo que quede de ellos.

Álvaro Neil: Sí bueno, me dio uno, lo cual fue un gran detalle.

Jaume Segalés: Ah, te invitó a un helado, ¿y sabía… estaba bueno, eran helados de esos de agua medio ya deshechos, o qué?

Álvaro Neil: Ese hela'o si lo comes en España a lo mejor te produce diarrea o cualquier cosa, pero comido en el desierto de Atacama con cuarenta grados de calor te produce una felicidad inmensa.

Jaume Segalés: Claro. Oye, me estabas diciendo antes que actualizabas la web, ¿cómo lo haces? ¿Hay café-internet por ejemplo en alguna gran ciudad de estas? ¿Dónde te conectas?

Álvaro Neil: Hay mucho más internet en África, podría decir, que en España. Porque en España, como todo el mundo tiene ordenador en casa, los «internet», los ciber-cafés, no funcionan mucho; y en cambio aquí nadie tiene puede tener ordenador en casa, la única posibilidad son cooperativas o empresarios que se arriesgan y abren un ciber-café. Hay mucho más de lo que uno puede pensar, lo que ocurre es que las conexiones son lentísimas y para subir las fotos a la web o para enviar fotos a periódicos a veces pues es terrible, ¿no? Y ahora en Etiopía, ya me han avisado que la conexión es peor aún que en Kenia, lo cual pues hará que la página la actualice, como ocurre a veces, solamente con textos y no con fotos, pero bueno, de ciber-café en ciber-café y tiro porque me toca.

Jaume Segalés: La semana que viene toca pues actuación de Biciclown, todavía no, ¿no?, ¿de payaso?

Álvaro Neil: Pues no sé, esto ocurre de manera imprevisa… improvisada. También, para mí, hay dos tipos de espectáculos: los grandes, para 400 personas, como el que hice en la cárcel hace poco, y bien organizados; y los pequeños, que hago cada día cinco, siete, diez, que es en pequeños pueblos, después de tomar un té, un té con leche, con especias, con un poco de […], pues a la salida la gente se reúne para ver al blanco, y ahí aprovecho y hago un poco de magia, malabares, y… esos son pequeños espectáculos, que para mí también son espectáculos porque detrás de mí queda una sonrisa y esa gente… por lo menos les he dado algo, no solamente ellos me han dado a mí algo, que es su hospitalidad, sino yo les he podido entregar un poco de mi risa, y comprobar también cómo el humor también cambia. Ahora, Jaume, estoy en una zona musulmana, y te puedo decir que el sentido del humor aquí ha desaparecido, o sea… Ya lo sabía, los musulmanes son mucho más serios. Y estos días recordaba aquellas caricaturas que publicaron en un diario europeo, de Alá, que sentaron tan mal, y no me extraña, porque es que no tienen sentido del humor; y yo recordaba la película de Monty Python La vida de Brian, que era una burla absoluta de los últimos días de Jesucristo, pero que era una película tan buena y tan… je, tan buena de humor, que nadie podía enfadarse con eso, ¿no? Entonces creo que a los musulmanes, por lo que estoy comprobando, les falta mucho sentido del humor y eso a mí me dificulta el trabajo.

Jaume Segalés: Pues a ver si tienes un poco de suerte. Álvaro, muchísimas gracias una vez más, y si te parece en siete días volvemos a hablar.

Álvaro Neil: Pues sí, mismo día, misma hora, será desde Etiopía. Un fuerte abrazo desde África.

Jaume Segalés: Que vaya muy bien, un fortísimo abrazo. Nuestro «biciclón», Álvaro Neil, que está dando la vuelta al mundo, está por África y ya está terminando prácticamente… terminando, vamos, aún le queda tiempo, pero ya va a cruzar hacia Etiopía y lo seguiremos aquí, en vivo, en A día de hoy, en Punto Radio.

Archivo de sonido

Para escuchar la entrevista descarga la grabación original de casi 12 minutos (MP3, 2704 KiB) que hice.