De Alcalà de Xivert a Carboneras de Guadazaón
Con final imprevisto en Carboneras de Guadazaón, cerca de la ciudad de Cuenca, terminó el tranquilo viaje que inicié el día uno de enero cerca del Mediterráneo y que tenía por destino Madrid. Trece días de frío, algo de lluvia, muchos caminos y carreteras solitarios, parajes sorprendentes (algunos de ellos revisitados después de unos años), anécdotas y encuentros.
La última noche la pasé intentando dormir algo mientras la fuerte lluvia golpeaba sin parar el fino plástico de la manta de emergencia sobre mi cara. El equipaje mojado, la perspectiva del empeoramiento del tiempo y la falta de alternativa a la carretera nacional me animaron a meter la bici en el tren regional y hacer el último tramo hasta Madrid en tres horas un poco tristes en lugar de en los cinco alegres días previstos…
Ya era hora de inaugurar la sección de viajes en bicicleta y esta nueva experiencia me ha animado a ello por fin.