Mil quinientos veintiuno
Mil quinientos veintiún millardos de pequeños pétalos amarillos iluminaron mi camino, poco antes de llegar a La Seca, cuando me dirigía a Villalar de los Comuneros.
Viajando en bicicleta, algunas veces no es el momento de hacer una pausa para tomar una foto, o las condiciones del lugar lo impiden, o un terrible contraluz lo hace imposible. Pero en ocasiones todos los factores se alían para que captures un pedacito del alma del paisaje.