Freno de mano
Hace tiempo, para evitar que la bici se moviera en el tren, se me ocurrió mantener las manetas de freno apretadas con una simple goma elástica. Es una solución muy sencilla y, como la mayoría de las soluciones sencillas, muy eficaz. También es útil para mantener la bici quieta en otras situaciones, incluso cuando está apoyada en la pata de cabra.
Hasta ahora, siempre que he recomendado o mostrado este truco a alguien, me ha sorprendido que nadie lo conozca y que cause tanta admiración. Seguro que muchos han tenido la misma idea, pero como de momento no me he encontrado con ninguno, aquí lo muestro.
Un tiempo después leí en el libro Manual de cicloturismo de Juanjo Alonso lo siguiente: Si llevamos una goma en el puño izquierdo podemos bloquear la maneta del freno delantero en las paradas de manera que la bicicleta no se mueva. Por tanto, a él corresponde el honor (mientras no aparezcan documentos más antiguos) de ser el inventor original del freno de mano. Claro que yo descubrí lo mismo por mi cuenta e incluso el doble de bueno: una goma en cada puño.
Al principio usé gomas hechas recortando de guantes de fregar viejos (como en la foto), por reutilizar un material de desecho y la ventaja de poder hacerlas tan anchas como fuera necesario; pero con el tiempo se terminaban estropeando y rompiendo. La mejor solución que he encontrado es hacer las gomas con cámaras de bici viejas.