¿Con qué sueñan las ovejas?
En 1968 Philip K. Dick publicó una obra muy especial que empezaba así (en traducción de César Terrón):
Una alegre y suave oleada eléctrica silbada por el despertador automático del órgano de ánimos que tenía junto a la cama despertó a Rick Deckard.
Se titulaba ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? (Do Androids Dream of Electric Sheep?). En 1982, muy poco después de haber muerto el escritor, se estrenaba una gran película inspirada en ese libro: Blade Runner.
En 2004 por estas fechas salí un día de escursión con la bicicleta por el norte de Madrid. Esto en la historia del arte no es un hito comparable a los dos anteriores. Pero viene a cuento porque, tras reencontrarme recientemente con una bonita foto de aquel día en que la bicicleta Anacleta, bien acompañada, desafiaba la dirección de un veloz rebaño, se me ocurrió algo: ¿Adónde van las ovejas con tanta prisa? Y, lo más delicado: Si tienen tanta prisa, ¿no deberían costruirles una línea de tren de alta velocidad para «ahorrar» tiempo? ¿No será eso con lo que sueñan las ovejas?