No hay peor esclavo que el que no sabe que lo es. De la misma forma que no hay verdadera libertad sin independencia de criterio y austeridad. Entre otras cosas porque, ahorrando tiempo de consumo y no digamos del dedicado a conseguir la capacidad adquisitiva para lograrlo, lo que se ensancha es el tiempo de lo vivido.
Joaquín Araújo, La ecología en tu vida cotidiana, editorial Espasa Calpe, 2000, página 19.
En bicicleta se aprende poco a poco a llevar consigo solo lo imprescindible; a ver discurrir el tiempo al ritmo de nuestros sentidos; a experimentar el mundo que nos rodea sin barreras; en suma, a distinguir lo que realmente importa.